Esto me sucedió hace algunos meses, en la ciudad donde vivo, hubo un
paro del transporte público, resulta que los patrones quieren aumento,
después del pésimo servicio que dan, y se les ocurrió parar si el
gobierno no accedía a sus demandas, fue un día de locos, y por supuesto,
la tarifa del Uber estaba por los cielos, decidido a no pagar Uber, me
fui caminando hasta la parada de una ruta que si estaba operando, lo
malo es que dicha parada esta aproximadamente a 5 km de mi casa, pues
bien, me arme de paciencia y a caminar, en el camino, vi a una chica
morenita, bajita, le calculaba unos 19 años, pero tenía 18, unas bien
formadas nalgas, una cintura bien formada, cara bonita, y pechos no tan
grandes, pero acordes a su físico. Yo sabía que ella iba al mismo lugar
que yo, porque la había visto en el camión en otras ocasiones, me le
acerque y le dije
-Que horror con estos paros de camiones ¿verdad?
Ella traía puestos los audifonos, así que se los quitó y yo le volví a repetir
- Digo que que horror con estos paros de camiones.
- Ya se, ya le hable a mi jefa para decirle que voy a llegar tarde, ya que, a caminarle
- Si, yo también ya avisé en mi trabajo que llegaría tarde, trato de llegar al 25
- Si, yo también, dicen que ese si esta pasando
- Si, eso dicen, hay que averiguarlo
- Ya te había visto anteriormente en el camión, hasta se donde te bajas.
- Oh, ¿en serio?, yo nunca lo había visto
- No me hables de usted, hablame de tú. Soy Alejandro
- Hola, yo soy Lizete
Me
di cuenta de un tatuaje que no tenía mucho tiempo de habérselo hecho,
de una rosa, así que ahí intuí que era mayor de edad para mi fortuna,
yo, un señor de 32 años, me metería en problemas si es que ella era
menor de edad.
Estuvimos platicando cosas varias, hasta
que por fin, llegamos a la parada del 25, y lo abordamos, nos sentamos
juntos y le pregunté
-¿Que venias escuchando?
- K pop. O sea Pop Koreano
Evidentemente
no me gusta el pop coreano, pero si algo he aprendido en la vida es que
hay que saber de todo, pues todo lo que sepas, algún día lo ocuparás,
ese día había llegado
- Oh, si se que es, lo conozco
- ¿En serio lo conoces?, casi nadie lo conoce y menos, pues, alguien como tu
- Oye, no estoy tan grande, y en esta vida hay que saber de todo
- ¿Y que grupos conoces?
- Pues en realidad de grupos no conozco, pero si se lo que es el k pop, porque lo he escuchado, aunque sin saber quien canta
- Ah mira, escucha esto - y me puso los audifinos -
-
Ese grupo es... -en realidad ya no me acuerdo del nombre, pues no le
puse atención, yo iba viendo sus piernas soñando con hacerla mía,
imaginando sus piernas de aretes.
- Y ¿cuantos años tienes? -le pregunté un poco vacilante.
- Tengo 19 ¿y tu?
- Oh, si te ves chiquilla, yo casi te doblo la edad, tengo 32.
- No seas exagerado no me doblas la edad, eso sería 38.
- Pues casi Liz, ya casi.
Continuamos
platicando de trivialidades que no recuerdo, lo que si recuerdo y
bastante bien, eran sus suculentas piernas, que a pesar que tenían
pantalón de mezclilla de le notaban bien marcadas. Se dedicaba a cuidar
niños, era niñera, y era por eso por lo que tomaba ese camión todos los
días. Al fin se llego la hora de bajarme, yo me bajaba primero y le pedí
su WhatsApp.
- Bueno, en la siguiente parada me bajo Liz, ¿me pasas tu WhatsApp, para salir o simplemente platicar?
- Claro que si -y procedió a pasarmelo-
Le
comencé a mandar mensajes casi en cuanto me bajé, ella contestó los
mensajes y platicamos todo ese día, pero las cosas no pasaron como yo
esperaba, ya en la tarde me dijo por mensaje
- Sabes
que, la verdad es que ya no puedo hablar contigo, porque aquí esta mi
novio, tengo novio y no quisiera tener problemas con él
Obviamente
yo no le había preguntado si tenía novio, pues eso no me interesaba en
lo absoluto, además si ella tenía 19, el niño tendría 20 o 21.
- Ah, no quiero molestarte, atiende a tu novio, y mañana o después hablamos
Esto la desconcertó, esas muchachitas estan acostumbradas a que les rueguen, pero yo actué al revés
- No creas, a veces me enfada porque es muy celoso, no me deja tener amigos.
- Pues claro que tiene que ser celoso, estar guapísima y cualquiera quisiera tenerte a su lado.
- No seas exagerado
- No es exageración, estas guapísima, además, dime ¿cuantos años tiene tu novio?
- tiene 21.
- Lo ves, esta muy niño, te apuesto a que aún prefiere jugar Play Station que salir contigo
- Así es, prefiere jugar que salir muchas veces
-
Lo ves, lo que pasa es que las mujeres maduran primero que los hombres,
por eso es que las muchachas deben andar con alguien mayor
- Si, ya sé, es muy infantil a veces y a veces quisiera algo con alguien mayor.
-
No me lo tomes a mal, pero pues para eso estoy. En realidad me atreví a
hablarte porque desde hace tiempo me gustas, te veo todos los día en el
camión.
- De verdad nunca te había visto, pero pues, si, podemos ser amigos
- ¿Que vas a hacer el sábado?
- Pues mi novio quiere que veamos el partidos del América
- ¿Es en serio? ¿El América ?. ¿Que te parece si le inventas algo y yo te invito a salir?
- ¿Y a donde vamos a ir?
- No lo sé, ya veremos, pero te aseguro que sera mejor que ver el partido del América
- Bueno, pero eso no es difícil, casi cualquier cosa es mejor que ver futbol
- Pero créeme que te vas a divertir
- Bueno, esta bien, ese día salgo de trabajar a las 2, a ver que le invento y salgo contigo.
- Muy bien, entonces nos vemos el sábado.
Seguimos
platicando el resto del día, y también el viernes, pues el día que pasó
lo que les cuento era jueves. Ella trabajaba como niñera en una colonia
de ricos, de cualquier manera, pasé por ella. Trabajaba en una casa muy
bonita y grande, como les decía, era niñera en una colonia de ricos.
Cuando salió nos saludamos de beso en la mejilla y con un abrazo.
- ¿Como te fue? -le pregunté, aunque en realidad no me importaba mucho, lo que yo quería era morderle los labios
- Muy bien y ¿a ti?
- Pues, bien, hoy descanso, así que estuve relax.
- Que bueno, y ¿a donde vamos a ir?
- Pues primero vamos a comer, o ¿no tienes hambre?
- Si, ya me empieza a dar, vamos pues.
Nos
fuimos en trasporte público a una plaza comercial, y buscamos la zona
de comida, que generalmente está en el último piso. Pedimos de comer
comida china, mientras hablábamos de cosas triviales.
- Y bien, ¿a dónde vamos a ir?, -me preguntó algo intrigada?
-
Pues podemos ir al cine, pero no podríamos platicar, también pensé en
ir por una nieve o por un café, pero es algo aburrido, ¿ir al parque?,
no, eso esta muy relajado. y como eres una niña y yo, pues, me siento
como niño andando contigo, te propongo algo: vamos a brincar en los
brincolines, -hay varios negocios que rentan brincolines para todas las
edades por hora.-¿Te gustan los brincolines?
- Pues hace mucho que no me subo a uno, jaja, pero si, claro que me gustan, y ¿donde hay?
- Aquí en esta plaza, por eso venimos aquí
- Nunca los había visto, bueno tampoco es que venga muy seguido aquí.
Ahhhh, pues ahorita los vas a conocer.
El
negocio que les comento, que bueno, no era un negocio, eran como 7
juntos, pues tienen muchos brincolines, estaba en el primer piso, un
poco escondido, ademas era un negocio nuevo, tendría aproximadamente 6
meses, el punto es que llegamos ahí.
Al llegar nos pregunto un muchacho que era el encargado
- Buenas tardes, ¿van a rentar para ustedes o traen menores?
- Buenas tardes, es para nosotros.
- Muy bien, entonces pasen, les voy a pedir que se quiten los zapatos y pasen a caja a pagar
Pasamos
y nos quitamos los zapatos, todo estaba alfombrado y me dirigí a la
caja a pagar la hora de los dos, mientras nos subiamos a brincar,
compramos un refresco y seguimos platicando.
- Yo no
soy de aquí, soy del interior del país, pero nos venimos aquí desde que
era pequeña, no termine en realidad ni la preparatoria,en la casa somos
pobres, por eso tengo que trabajar para ayudar en la casa, ademas mi
hermana mas grande ya tiene un bebé y el esposo, o bueno, novio la dejo
botada, así que pues con mayor razón tengo que trabajar.
En
realidad no se como me acuerdo de eso, dijo mas cosas que no me acuerdo
y no me importan, pues mientras ella hablaba me imaginaba quitándole la
ropa, hecho que sucedió posteriormente.
Nos subimos al
bricolín y estábamos jugando a tirarnos y a chocarnos en el aire, ella
daba maromas en el aire y estaba feliz, al final terminé pagando otra
hora, pues una sola hora no nos alcanzó, estábamos llenos de sudor,
pareciera que no, pero el brincolín si cansa.
Salimos de ahí y ya empezaba a oscurecer.
- La noche apenas empieza Liz, ¿a donde mas vamos?
- No lo sé, a donde tu quieras, aunque no pedí permiso en mi casa. Además mi novio ya se va a preocupar.
- Por tu novio ni te preocupes, a tu casa, si quieres marca e inventa algo, que estas con una amiga o no se.
- Pero es que no traigo saldo en el celular.
- Yo te presto el mio, faltaba mas
Liz hablo a su casa, se alejó un poco para marcar y después de unos minutos regresó y me dio mi celular
-
Ten, ya le hablé a mi mamá, le dije que estaba con una amiga y me
quedaría a dormir, así que le marque también a mi amiga para que esté
enterada.
- Excelente, vamos a cenar, y luego a ver a donde.
- Ok, me parece bien.
Fuimos
a unos tacos que había en una esquina cerca de ahí, ella vaya que tenía
hambre, se comió como 8 tacos, mientras comíamos hablábamos de nuestras
vidas, del clima y de cosas x, cuando nos terminamos los tacos,
decidimos ir a un antro cercano, al entrar pagué el cover, y tomamos una
de las mesas del fondo, aún era temprano, así que no había tanta gente
aún. Pedí una cubeta, y nos sentamos un momento, aunque ni podíamos
platicar debido al volumen de la música, conforme fue pasando el tiempo,
la cubeta se iba vaciando y el lugar se iba llenando.
- Ven, vamos a bailar. -Me dijo mientras me tomaba del brazo
Comenzamos
a bailar, pues, como se hace en un antro, cada quien por su lado jaja,
pero en el mismo espacio; seguiamos bailando y las cervezas se iban
agotando, pero estábamos sudando mucho, definitivamente puse a prueba mi
anti transpirante. El calor, el alcohol y el baile, me hizo dar el
siguiente paso, fuimos a nuestra mesa a tomar un trago, cuando
terminamos el trago, y se disponía a volver a la pista de baile, la tome
de la cintura con la mano derecha, y con la izquierda la sujete de la
nuca y le di un beso en la boca, un beso que de inmediato concedió,
incluso fue su inciativa buscar con su lengua mi lengua, pese a tener 18
añitos, besaba muy bien, pero creo que era su primera vez en un antro.
Ya no quise bailar más, me apresuré a pedir la cuenta, y mientras la
traían pedí un servicio de transporte privado, trajeron la cuenta, misma
que por mi desesperación de salir de ahí ni revisé, solo me apuré a
sacar la tarjeta para pagar y pegar pies en polvorosa. Cuando pagué el
servicio de transporte no había llegado, lo cual me tenía al borde del
colapso, pero aproveche para besarla de nuevo, y esta vez mis manos
buscaron sus pechos por encima de la blusa, sentí como se agitó su
respiración y sus manos apretaron mi nuca y su lengua queria entrar mas
profundo de mi garganta, mis manos de sus pechos fueron a sus bien
formadas y duritas nalgas, todo eso ante la vista de la gente, que en
realidad nadie vio nada. Llegó por fin el transporte y nos apuramos a
salir, ya había puesto la dirección de destino, que era un motel cercano
al lugar, nos subimos al carro y apenas cerré la puerta se me lanzó
nuevamente a besarme, apenas pude contestarle al chofer cuando me
pregunto la dirección de destino
- ¿Motel Anubis?
- Si, ahí mismo, asentí con dificultas, pues traía a Lizete besándome la boca-
- Ok
Mientras
íbamos al motel, comencé a besar a Lizete mientras mi mano derecha
estaba en su cintura y la izquierda en sus piernas, su respiración era
cada vez mas agitada y sus palabras ya estaban entrecortadas, se acercó
mas a mí y con una mano comenzó a acariciar mi miembro, el cual de por
sí ya estaba firme, eso hizo que se pusiera aún más firme y que dentro
de mi creciera un deseo aún mayor, convirtiéndose en un deseo quemante
de quitarle la ropa a esa muchachita tan caliente y hermosa.
Por
fin llegamos al motel, nos dieron la habitación 304, apenas cerramos la
puerta y continúo con mayor vehemencia el escarceo, comencé a apretar
sus nalgas y a meter la mano por dentro del sus jeans, me dí cuenta que
traía un calzón cachetero, pues sentía la piel suave de sus nalgas, ella
me besaba el cuello mientras me iba desabotonando la camisa.
Apenas empezaba la parte divertida cuando escuché el molesto timbre, interrumpir el fuego que crecía dentro de mí
-¿Si? -pregunté con la voz entrecortada
- Vengo a cobrar, son $580
- Ok, traigame un agua y dos condones
- Serían $730
- Aqui tiene $1000, deje las cosas ahí y no interrumpa por favor
- Ok, en seguida.
Con
una agilidad felina y sin dejar de basarme, me quitó la camisa y la
camiseta, para seguir rápidamente quitandome el cinturon y bajandome el
pantalón, yo mientras le quitaba la blusa, podía ver su brasiere que
desabroche con una mano, mientras que con la otra apretaba sus nalgas.
Fue
maravilloso sentir y ver su brasiere caer, aún no caía al suelo cuando
mi boca fue a dar a sus pechos, mi lengua rodeaba sus pezones, mis
dientes le daban un pequeño mordisco, mientras ella se le ponía la piel
de gallina y comenzaba a soltar algunos gemidos, sin dejar de chupar sus
pechos, comencé a desabrocharle el pantalón y pude distinguir la voz de
la recamarera que había llegado con el camio, los condones y el agua a
dejarlos ahi en la purta rodante que hay en esos lugares, sus
pantalones, estaban tan ajustados que tuve que dejar de besarla para
poderselo quitar, cuando lo desabroché, ella se quitó los zapatos para
poderle quitar el pantalón completo, yo aun tenía el pantalón puesto,
aunque los tenía abajo, en cuanto le quité el pantalón, volví al ataque,
comencé nuevamente a besarle los labios, sentía sus pechos pegados a
los míos, le besé el cuello, los hombros, mientras ella sacaba mi pene
del boxer y comenzaba a masturbarme, yo también me quité los zapatos con
los pies, sin dejar de besarla, y una vez sin zapatos, también con los
pies sin dejar de besarla me quité el pantalón, ella me quito los boxers
y sin dejar de besarme, comenzó a bajar, comenzó en mis labios, luego
beso mi cuello, mi pecho, mi vientre, hasta que llegó a miembro, el cual
tomó con su meno derecha y comenzó a jalar, después escupió sobre el y
se lo metió a la boca, lo hacía de manera magistral, podía ver sus ojos
viéndome y mi pene por dentro de sus mejillas, lo sacaba y lo lamía, mi
arriba a abajo, a adelante para atrás y volvía a escupirlo y a meterlo,
mis manos mientras tanto acariciaban sus pechos, unos pechos firmes,
propios de la edad, redondos y unos pezones rosados y erectos que tenía,
la levanté, y la comencé a besar, la recargue en la pared y comencé a
apretar sus pechos y a besarla en el cuello, me separe un poco de ella,
para ir a buscar los condones, mientras ella recuperaba un poco la
respiración. Al fin me puse el condón y volví a ataque, la puse contra
la pared y seguí besándola, ella de manera instintiva dio un pequeño
brinco y rodeo mi espalda con sus piernas, yo comencé a penetrarle
mientras ella comenzaba a gemir, vi como cerraba los ojos y mordía sus
labios de placer, ella recargada a la pared con sus piernas envolviendo
mi espalda y yo con un ritmo semilento, que con cada embestida penetraba
todo lo largo de mi miembro, vi como comenzaba a sudar su vientre, y
sus gemidos se trsnformaban en gritos, sus manos enredadas en mi cuello,
era un espectaculo ver el cuerpo de una muchachita de 18 años entregada
así.
Puse sus piernas en el suelo, y la voltee, ahora
estaba recardada de frente a la pared mientras yo la abrazaba por la
espalda y la besaba el cuello mientras le acariciaba los pechos. Poco a
poco la fui acomodando hasta poder penetrarla por detrás, ella lanzó un
grito de placer y comenzó a moverse al ritmo de mis embestidas, mientras
to por detrás con una mano acariciaba su pecho y con la otra recorría
su espalda y jalaba su cabello.
Le saque mi miembro y la
volví a voltear, comencé a besarle la boca y sin dejar de besarnos me
dirigí y me senté en la cama, ella se sentó encima de mi, penetrando mi
miembro de un solo jalón, ella apretaba mi nuca y empujaba mi cabeza a
sus pechos, mi boca chupaba mas y mas sus pezones, mientras ella solo
gemía de placer y se movía a un ritmo rápido, mis manos estaban en sus
nalgas, ayudándola a mantener el ritmo, ella gritaba mas y más
- Ahhhhh, que rico coges amor, sigue así, no vayas a parar
- Ahhhhh, tu también me gustas mucho y me haces sentir super rico Liz
-
Ahhhhh, mi novio no me hace ni la mitad de esto -decía con la voz
entrecortada. De verdad, que rico me lo haces. Uffff. Ahhhhhhhh
- ¿Te gusta?
- Me encanta, mucho, no sabes cuanto. Ahhhhh. Ahhhhh. ¿A ti te gusta?
- Muchisimo, lo haces muy pero muy bien.
Me
incorpore. mientras sus piernas seguían enredadas en mi espalda y con
cuidado, sin dejar de penetrarla me acosté en la cama encima de ella, al
momento de recostarnos ella lanzó un grito mezcla de placer con dolor,
apretaba los dientes, se mordía el labio y veía como apretaba con sus
puños las sabana de la cama.
El cuarto comenzó a oler a
sexo, ella me besaba de manera desesperada, y yo recorría todo su
cuerpo con mi lengua, mientras no dejaba de apretar sus pechos, ella se
volteó quedando encima de mí, y siguió cabalgándome, lo hacía rápido,
luego lento, de adelante atrás, puso mis manos en sus pechos y me dijo
con voz entrecortada
- Apriétalos, que se note que te gustán. ¿O no te gustan?
- Claro que me gustan, me gustan mucho. -Le dije yo también con voz agitada.
La
volteé quedando nuevamente arriba de ella, nuevamente apretaba las
sábanas con sus manos, así que puse mis manos en las suyas y sentí como
las apretó, mientras gritaba y sudaba,
- Assiiiiiii, no parea, maaaaaaas, maaaaaaaas, me decía, que rico lo haces, aahhhhhhhhh, que riiiiiiiiiico
yo
lance un gruñido y me vacié llenando el condón con mi semen caliente,
sentí como sus piernas se relajaron mientras luchaba por respirar
profundo, lentamente saque mi pene, retiré el condón y lo tiré, ella se
acomodó en la cama acostándose en la almohada y tapándose con la sábana,
yo me acosté a su lado y la abracé, ella me dio un beso y dijo
- Muchas gracias, fue un muy buen día
- Gracias a ti, tu hiciste de este día el mejor.
Encendimos
la tele, mientras estábamos abrazados, pero aun quedaba noche y tiempo
de motel, así como un condón, por lo que no dejaría que se desperdiciara
nada. Pero eso se los contaré en otro relato.
Ahora les pregunto. ¿Fantasía o realidad?