lunes, 19 de noviembre de 2018

Miranda, la chica que conocí gracias a mi perro


Esta historia comienza una tarde de noviembre, hacía frío lo recuerdo bien, creo que incluso era el puente del llamado “buen fin” esa estafa gigante que se hace en México, queriendo copiar (sin éxito) el llamado “Black Friday” de EEUU, ese día, saqué a mi perro, estábamos jugando en un parque cercano a mi casa, le aventaba la pelota y el la traía, mi perro es un coquer, bastante territorial y eso es un problema, porque nomas ve un perro, del tamaño que sea y se le deja ir a pelearlo, el día que se peleé con un perro mas feroz y mas grande, me lo van a matar, el punto es que mi perro es muy agresivo y territorial de pronto vi que venía una chica con su perro, un Schnauzer, afortunadamente mi perro no lo había visto, así que le pude sujetar la correa, antes que corriera a pelear como desquiciado, a unos metros de mí, fue cuando mi perro se dio cuenta de que venía el Schnauzer, y comenzó a ladrar y a querer pelear, yo lo sujete fuerte, aun no me había percatado de la belleza de chica, pues estaba más preocupado porque no se fuera a soltar el perro. Cuando llegó esta chica me dijo:

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Vaneza, mi compañera de escuela

Vaneza es mi compañera de escuela, estudiamos Psicología y en una ocasión nos dejaron hacer una tarea en equipo, nos juntamos para preparar la exposición y después de terminar nos fuimos a un bar donde venden alitas que tanto están de moda, eramos 4, tres mujeres y yo, después de un rato se fueron las otras dos chicas y Vaneza y yo pedimos otro tarro quedándonos solos, estábamos hablando de cosas que no recuerdo, ya que en realidad en mi mente estaba pensando como desnudarla y viéndole los pechos a traves del escote que tenía, que no era muy descarado, mas bien era discreto y eso aumentaba mi curiosidad, seguimos hablando de temas que repito no escuché, pero no podía dejar pasar la oportunidad, pues siempre me había gustado esa mujer, así que comencé sentándome junto a ella, a un lado de ella estaba el barandal de la terraza, así que podemos decir que la tenía acorralada, puse mi mano en su pierna, en su muslo para ser exacto, ella traía un vestido blanco de encaje, como dije, con escote discreto, pero dejaba sus muslos al descubierto. Mis manos sobaban su muslo y en un momento reinó el silencio, yo en ese momento le dí un sorbo al tarro de cerveza y después sin mediar palabra la besé, al principio se quedo quieta, sorprendida, pero después me respondió el beso, un beso magnifico, sabor a fresa, quizá era su carmín, me daba pequeños mordiscos en el labio y lo succionaba despacio, mi lengua entonces comenzó a buscar espacio, y pronto se enlazó con la suya, mis manos acariciaban su cara, y después bajaban siguiendo el surco de su espalda.

domingo, 11 de noviembre de 2018

BIENVENIDOS


¿Cuantos de ustedes han fantaseado con una compañera de trabajo, con su jefa, esa que parece que Le hace falta una buena cogida y que está re buena, pero con un carácter intratable?, ¿o con su amiga, esa que conocen desde hace muchos años y la han visto con muchas parejas y ninguna ha sido ustedes, no me digan que no han fantaseado con poseerla de cualquier manera, así la tengan que violar? ¿O con la amiga de su hermana, que se la pasa en su casa y ustedes están como los perros de pavlov sin poder siquiera tocarla? O que tal que su prima a la que siempre Le han traído ganas de pronto les ruegue que la posean?. O que les parecería estar en un viaje de trabajo y cogerse a alguna lugareña buenísima? Pues bien, aquí encontrarán esos relatos, algunos serán reales, otros ficticios, espero que les guste la página.

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